Según los vecinos, la comunidad tiene cortes de electricidad frecuentes y en algunos sectores el cableado no está disponible. La energía renovable se convirtió en la solución.
Por Carmen Maldonado Valle
La municipalidad de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango, compró 31 paneles solares, además de los reguladores y el equipo para instalarlos por Q125 mil. Los llevará al caserío Mirador Chiblac, donde la institución registra al menos 30 hogares que por las noches viven a oscuras, pues no tienen electricidad.
Mirador Chiblac está dentro de la aldea Jolomtaj, ubicada a 40 minutos del casco urbano si se viaja en carro y a tres horas si el recorrido se hace a pie, según Google Maps. Por la lejanía, dice Rosmery López, una de las vecinas, “en ciertos caseríos no hay cableado y nunca hay luz. Quienes vivimos en el centro de la aldea la tenemos con más frecuencia, pero también son comunes los apagones, sobre todo cuando llueve o hay derrumbes”.
En Jolomtaj, algunas tareas cotidianas se realizan bajo el principio de no acostumbrarse a la electricidad, explica López: en las casas se suele cocinar en la medida exacta para el día porque no se sabe si habrá energía para conectar el refrigerador, los cajones mantienen velas y fósforos (o linternas y baterías) por si se necesitan en caso de un corte, y escuchar la lluvia es un aviso para cargar la pila del celular, para estar preparados si se va la luz.
“Vienen a arreglar, pero aquí la naturaleza a veces nos juega en contra. Llueve mucho, se cae un árbol, el viento desconecta un cable… Pasa de todo. Nos acostumbramos a lidiar con eso, pero en Mirador les va peor”, cuenta otro de los pobladores, Francisco Vicente.
Por esa razón, la comuna contrató a la ferretería “Alambre de oro” para instalar los paneles en el caserío. La empresa está representada por Silvestre Gonzalo Alvarado Castro y ha firmado contratos con municipalidades en el occidente del país desde 2005. Hasta ahora facturó Q10 millones 41 mil 865 a través de adjudicaciones provenientes del Estado.
Según la dirección municipal de planificación, en la comunidad la mayoría de las familias es de escasos recursos y se debía buscar una solución para brindarles electricidad a un precio accesible. Además, se requería un sistema compatible con el lugar, pues allí no es común el cableado, entonces se eligió la energía solar para lograr esta tarea.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) realizó un estudio en el municipio en 2016, en el cual estableció el clima como un factor importante en la economía del lugar, pues las condiciones son idóneas para el cultivo de café, plátano y cardamomo. El lugar es frío, llueve durante al menos cuatro meses del año y en el resto hay niebla. También son comunes las lloviznas en los días con temperaturas más bajas.
A decir del ingeniero Wolfgang López, esas condiciones también pueden ser decisivas para el funcionamiento de los paneles solares, porque “para trabajar es evidente la necesidad de los rayos UV. En condiciones nubladas estos también están presentes, pero la batería requerirá más tiempo para recargarse y por lo tanto la electricidad podría durar menos”, sostiene.
Según él, existen tres formas de instalar este tipo de energía. La primera es generar un sistema híbrido donde el cableado y los paneles se usen al mismo tiempo. La segunda es usar la electricidad de los postes a ciertas horas y durante el resto del día utilizar los paneles solares, para a fin de mes medir cuál se usó más frecuente y así el cliente pague proporcionalmente por su consumo.
La tercera, que a su criterio podría ser más viable en Barillas, es instalar solo los paneles con baterías, porque así no se requieren postes previos y los consumidores tampoco deberán pagar por este servicio. Aun así, la pila solo dura diez horas en promedio y puede usarse para cosas básicas (como encender bombillas), pero no para echar a andar motores de refrigeradores o máquinas.
“Pueden hacerse estudios para determinar si el método servirá en condiciones climáticas como las de Barillas, pero es más caro en comparación con la instalación de los paneles. Para economizar, es más viable probar el sistema de una vez y, si no sirve, quitarlo”, advierte el ingeniero.
A decir de la municipalidad, el concurso se adjudicó el 8 de marzo y el método pensado para la energía solar en Mirador Chiblac son los paneles con baterías, aunque la compañía puede recomendar lo más pertinente durante las próximas semanas. Tras la instalación de los equipos, el caserío tendrá por primera vez acceso a electricidad.
Fuente | OjoConMiPisto
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